En el aceite natural de Salmon, encontramos ácidos grasos del tipo OMEGA 3 de excelente calidad, sobre todo EPA Y DHA, en una concentración más alta que en otros aceites de origen natural.
El OMEGA 3 durante el embarazo y la lactancia ayuda ya que el DHA, un ácido graso del tipo OMEGA 3, es un nutriente esencial para las mujeres embarazadas, así como para los bebes en su estado fetal y durante los primeros meses de vida. Ellos obtienen este nutriente a través del cordón umbilical de la madre o bien de la leche materna una vez que han nacido. El DHA es sintetizado en el cuerpo del adulto en pequeñísimas cantidades, lo cual no ocurre en recién nacidos, cuyos órganos no han logrado desarrollarse del todo para lograr este proceso. Cuando un feto tiene suficiente DHA, logra un desarrollo normal del cerebro, ojos y sistema nervioso.
El pescado y el aceite de pescado contienen omega 3 y se han asociado a embarazos más prolongados. Por lo tanto, se indica que los ácidos grasos omega 3 adicionales durante el embarazo pueden reducir el número de recién nacidos prematuros y pueden mejorar los resultados de los niños y las madres. Sin embargo, muchas embarazadas ingieren pescado con escasa frecuencia. La salud de los recién nacidos y las madres se puede mejorar si se estimula a las embarazadas a que consuman pescados grasos (que en general contienen niveles bajos de toxinas) o suplementos de omega 3.
Esto significa que una mayor ingesta de omega 3 durante el embarazo, en forma de suplementos o con los alimentos, puede reducir la incidencia de parto prematuro) y es menos probable que el recién nacido tenga un bajo peso al nacer.
FUENTE: https://www.cochrane.org/es/CD003402/PREG_acidos-grasos-omega-3-durante-el-embarazo#:~:text=Una%20mayor%20ingesta%20de%20AGPICL,un%20bajo%20peso%20al%20nacer